Sin más, os dejo este poema que refleja lo que pasé yo. Tengo fotos pero no las pondré por temas personales. Pasó el 4 de mayo.
Por seguir andando, por seguir caminado Sábado, una del mediodía, Sin hacerles caso a mis padres, voy fuera, plena luz del día. Miro hacia arriba, también hacia abajo hacia arriba voy, es mucho más rápido escucho el motor de un coche, no me extraño. Por seguir andando, seguir caminando. De pronto me cogen, por dos brazos por favor, que no sean gitanos yo ya tuve una mala experiencia no quiero luchar con la demencia. Me dan la vuelta, son dos personas me agarran, como a un rabioso perro veo a otro, muy cerca de mi zona quiero que no me peguen, dan miedo. Cinco segundos pasan, miro a los lados un pequeño furgón, parado, observando . Un gran peligro se me acerca, volando intento soltarme, no puedo, es en vano. Impacto recibido, cerebro desconectado, de nada me acuerdo, no pude ocultarlo. Intenté defenderme, dos me agarraban, intenté acordarme, datos me faltaban. Flash en mi memoria, tortura en mi recuerdo, dentro de aquella furgoneta, pienso en ello. Fuertes golpes recibía, más no recuerdo escasa falta me hace, ni puedo, ni quiero. Me despierto, tirado en el suelo, me veo menos que un pobre ciego. Tristeza, temor, desasosiego, son sentimiendos de ese momento. Diez torturadores minutos me espero, ¿He perdido vista? ¿Me he quedado ciego? No sé si estoy en la montaña, o en el puerto sólo sé que por buena suerte no he muerto. Pasan minutos, segundos... ¡Ha vuelto! Mi vista apreciada ¡Estoy en un sueño! Todo se termina...¡Mentira, es verdad! Iluso de mí, ojalá volviera atrás. Me percato, muy cerca de mi casa estoy más cerca me hayo de la de un buen amigo como puedo, sangrando a su casa voy le pido una camiseta, algo de abrigo Voy a su casa, le cuento lo sucedido él me deja su ropa, se muestra afligido Insiste varias veces en acompañarme, me niego, ¡para nada!, le dije cortante. Llego mal a casa le cuento a mis padres una irreal farsa, como un cobarde. Aturdido, mareado estaba -Hijo mío, ¿Qué diantres te pasa? -Me caí corriendo. -Me estás mintiendo. No lo pude ocultar, mucho se me notaba, Yendo al hopital, entre lágrimas contaba... -Papá, tres lelos me dieron mientras andaba Mi padre muy enfadado y preocupado estaba. Costillas, hombro, brazo, riñón, ojo y frente el daño de una paliza hoy en día corriente Ahora que estáis leyendo esta poesía que sepáis que pasó por una herejía. Un día entero, tumbado, en el hospital, de pruebas mi padre me decía “de la cama no te muevas” Ecografías y radiografias, no hubo esquelas suerte tuve, no me apetece volver a tenerla.